El educador también tiene que cambiar su postura. Paulo Freire
El APRENDIZ también tiene que cambiar su postura. Los Educadores
Las estimaciones comunes de la capacidad de atención de adolescentes, jóvenes, y adultos sanos varían de 10 a 20 minutos; sin embargo, un alumno debidamente estimulado sea por factores internos y externos, puede incrementar notoriamente esos valores; de la misma manera en la que quien dependa únicamente de los esfuerzos del educador, mas no de su propio esmero, tenacidad, y perseverancia, podría elegir repetidamente volver a enfocarse en lo mismo, y estancarse o recaer indefinidamente en patrones de conducta de aprendizaje perjudiciales e ineficientes. Nuestra experiencia como docentes para la formación de jóvenes, adultos, y adolescentes en el idioma inglés como lengua extranjera, nos acredita para aseverar este postulado.
Don Santiago Ramón y Cajal decía que los cuatro mordientes de la acción eficaz son el interés, el esfuerzo, la emoción y la atención obstinada, es decir, no la simple atención, sino la atención perseverante y tenaz.
Estos mordientes son también los del estudio y aprendizaje. Mediante aquéllos pueden éstos desenvolverse adecuadamente y ser realmente productivos dentro y fuera del contexto académico. Los mordientes me permitirán concentrarme, reflexionar profundamente y percatarme debidamente de las cosas, me permitirán ser consciente y en consecuencia podré sentir, pensar, querer y obrar sabiendo verdaderamente lo que estoy haciendo; involucrándome activa y conscientemente en la promesa de aprender un idioma extranjero a nivel integral.
Sabemos también que el entorno forma al individuo, de manera que el formar parte de una civilización hiper-digitalizada juega a favor y en contra nuestra, ya que día a día, y minuto a minuto percibimos una gran carga de estímulos que más bien ralentiza o incluso neutraliza la posibilidad de concentrarnos en el presente, de tomar decisiones acertadas, o de ensimismarnos para explorar acerca de cómo aprendemos algo nuevo, como yo almaceno, como yo produzco. Entre ensayo y error descubrimos nuestro estilo de aprendizaje, y pudiéramos establecer rutinas diarias, que al cabo de 60 días ya formarían parte de nuestra vida diaria.
“La concentración y el estado de alerta son ocurrencias cerebrales raras, el cerebro tiende más bien a la dispersión y busca siempre invitaciones para entretenerse, distraerse, complacerse, y emitir juicios respecto a cuanto aprendizaje cuantificable se ha dado en “el aula”, ahora, reducido a un entorno virtual, por obvias razones, el alumno adopta el rol de mero receptor del conocimiento que se le transfiere; ignorando que es mas bien la arcilla donde el conocimiento impartido echará raíces, en tanto se reeduque, y faculte a sí mismo de estas cuatro mordientes: el interés, el esfuerzo, la emoción, y la atención obstinada, es decir, la atención perseverante y tenaz. Las transformaciones exigen tiempo, y si tenemos interés en lograrlos, debemos de darnos al proceso.
Al adoptar el aprendiz un rol más activo, participativo, y responsable para con su proceso de formación, es que desarrollara una disposición adulta, cuestionadora, no dependiente del tutor como recurso exclusivo para que se de aprendizaje mesurable. Como educadores andragógicos, y no simples facilitadores, debemos adoptar una postura crítica, y hasta utópica; debido a que la base de nuestra carrera es la de provocar cambios fundamentales en la sociedad. Llámenlo progresista, pero nosotros los docentes proponemos que el alumno reformule y reaprenda lo conocido, y que, por medio de un esfuerzo conjunto, aprenda a reconocer patrones del idioma objetivo como tal, y reproduzca lo aprendido en variados contextos, con diferentes públicos, y actores dentro y fuera de su localidad.
Solo reorientando la práctica educativa, se formarán individuos libres no solo de pensamiento, sino también de consciencia, porque de que nos sirve ser libres de expresar nuestras ideas si no estamos debidamente informados, o si estamos demasiado adheridos a nuestras creencias y sesgos, nos seguiremos comportando exactamente igual, ignorando que el idioma es la expresión más elevada de una cultura, y que a través de él, expresamos nuestras alegrías, nuestras penas, nuestros sueños; y que en la medida en la que veamos nuestros esfuerzos consumados podremos desarrollar plenamente nuestra individualidad, evolucionando continuamente, y desafiando nuestra propia capacidad de reinvención. Adelante, nosotros prometemos asistirte todo el camino hacia el cambio.
Autoría: Gloria Flores
Academic Coordinator
TEFL Certified Professional
Cambridge English Qualification: CAE – C2